Podcast: Descargar (Duración: 1:34:02 — 43.8MB) | Incrustar

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En el podcast de hoy hablamos de cómo evitar la procrastinación, un patrón de funcionamiento en el que las personas tendemos a retrasar voluntariamente el inicio o la finalización de tareas u obligaciones a pesar de saber que ese retraso nos perjudicará.

La procrastinación es un problema que afecta a gran parte de la población. Según algunos estudios un 95% de la población reconoce procrastinar en algunos aspectos y hasta un 23% lo consideran una característica definitoria de su personalidad. Esta situación se ha ido agravando en las últimas décadas, influida seguramente, por la gran cantidad de distracciones y entretenimientos que se han incorporado a nuestras vidas.

En este audio intentaremos dar distintas técnicas, sencillas, prácticas y fácilmente implementables para intentar procrastinar lo menos posible. Para lograrlo, nos basaremos en los estudios del psicólogo Piers Steel.

Este autor propone , fundamentalmente, que la procrastinación es debida a una falta de motivación y que por tanto, aumentando los factores que influyen en nuestra motivación, seremos capaces de vencerla.

Con este fin, propone una formula de la procrastinación, que es en realidad una formula de la motivación y que integra los factores más importantes en los que podemos influir.

Así, para aumentar nuestra motivación y por tanto disminuir la procrastinación tendremos que intentar aumentar nuestras expectativas y la valoración que hacemos de nuestras tareas disminuyendo nuestra impulsividad y las demoras de las consecuencias de nuestras acciones.

En el podcast desarrollamos cada uno de estos factores en detalle junto con técnicas que podemos utilizar para modificarlos. En este artículo intentaré hacer un breve resumen que nos introduzca en el tema.

LOS FACTORES

1.Expectativas

Cuando hablamos de expectativas en este contexto nos referimos a la confianza que tenemos en el éxito de nuestra tarea. Este concepto está muy relacionado con la autoeficacia (la creencia de que uno tiene las habilidades para ejecutar los cursos de acción requeridos para manejar situaciones previstas) o con el optimismo.

El pensar que somos capaces de hacer lo que nos proponemos y el optimismo respecto a nuestro desempeño evitan la procrastinación (tendemos a aplazar aquello que pensamos que va a fallar). Pero cuidado! un exceso de optimismo o un esfuerzo por ser positivos sin más pueden actuar aumentando la procrastinación. Como tantas otras veces será el equilibrio lo importante.

Las espirales de éxito, las historias inspiradoras, el apoyo social o el contraste mental son técnicas que nos ayudaran si tenemos bajas expectativas. Frente al exceso de confianza ser conscientes de forma realista de que podemos fallar y aceptar que somos procrastinadores (si lo somos, claro) nos ayudara a ganar consciencia y evitar la procrastinación.

2.Valoración

En este ámbito, con valoración nos referimos a la importancia, la relevancia que damos a lo que hacemos, así como lo divertido y satisfactorio que nos resulta. Ese conjunto de apreciaciones subjetivas influirá de forma determinante en nuestra tendencia a procrastinar. Todos sabemos que son aquellas tareas con las que menos disfrutamos y a las que menos importancia damos, las que más tendemos a procrastinar.

Todo lo que nos ayude a conseguir estados de flujo y a conectar las tareas con lo que realmente nos importa, nos ayudará a aumentar nuestra motivación. Proponernos metas de acercamiento en vez de metas de evitación, la procrastinación productiva, recompensarnos y mantener altos niveles de energía serán también buenas estrategias. Aunque, quizá la más importante, será centrarnos en hacer aquello que nos apasiona, en la medida de lo posible.

3.Impulsividad

Este es seguramente el factor más importante de los que tratamos. Las personas impulsivas tienden a actuar con urgencia, a no perseverar y a buscar constantemente nuevas sensaciones y estímulos. Lógicamente esto nos impulsa a la procrastinación. En nuestra vida diaria nos vemos constantemente tentados con actividades que nos prometen una rápida satisfacción a corto plazo y en ocasiones problemas a la larga. El difícil equilibrio entre la respuesta impulsiva a estos estímulos y la concentración en objetivos a medio y largo plazo será un factor clave.

El uso de precompromisos ( tirar la llave, saciarse o envenenarse), controlar nuestra atencion (entrar en lo racional, no decir no, eliminar y sustituir estímulos creando asociaciones), usar técnicas eficaces para definir objetivos o generar hábitos y tomar resoluciones concretas, serán nuestras armas para combatir la impulsividad no deseada.

4.Demora de la satisfacción

El tiempo es la clave de este factor (aunque tiene relevancia en todos los que hemos tratado). Las personas apreciamos más las recompensas que se materializan pronto que las que requieran una espera aunque sean mayores. Además, tendemos a ver las metas y preocupaciones del futuro de modo abstracto y las inmediatas de un modo concreto y detallado. Fijarnos unos plazos adecuados, realistas pero exigentes es algo que nos puede ayudar, pero que no siempre está en nuestra mano.

¿CÓMO USAR LA FORMULA?

Creo que para que esta formula nos ayude, nos resulte útil, deberíamos usarla como formula de diagnostico, para detectar cuales son nuestros puntos débiles e ir corrigiéndolos con las técnicas que hemos comentado o con otras que os puedan funcionar.

Os propongo dos formas de llevar a cabo este diagnostico:

1. Analizarnos a nosotros mismos, ver de entre los cuatro factores cuales son los que más nos influyen y organizarnos para superarlos.
2. Analizar las tareas que realizamos y ver que factores hacen que las procrastinemos, dado que no tienen por qué coincidir con los que consideramos nuestros.

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