Podcast: Descargar (Duración: 1:17:24 — 45.1MB) | Incrustar
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En el podcast de hoy hablamos del efecto lucifer: el intento de entender los procesos de transformación que actúan cuando las personas buenas o normales hacen algo malvado o vil, desarrollado por Philip Zimbardo a partir de su experiencia con el experimento de la prisión de Stanford.
Lo primero que hemos de remarcar cuando hablamos del efecto lucifer es que no se trata de una teoría rompedora, extraordinariamente nueva o diferente, ni de una forma milagrosa de evitar el mal. Es más bien una explicación basada en la convicción (propia también de la psicología social) de que, en muchas ocasiones, hemos de abandonar la idea simplificada de que malvado es el que hace el mal y darnos cuenta de que hay más cosas que mirar, muchas más cosas que ver.
De una forma simplificada podríamos dar dos explicaciones extremas del comportamiento malvado.
- Si nos vamos a un extremo esencialista, encontraríamos la visión de que hay gente mala (característica fija e interna) que por tanto harán el mal. Estaríamos ante factores disposicionales de la conducta.
- Si nos desplazamos al otro extremo, podríamos entender la maldad como una noción incremental, un mal gradual, variable y externo. Las personas actuarían entonces mal por todo aquello que han vivido y aprendido a lo largo de su vida. Nos encontraríamos ante factores situacionales de estas conductas.
Es a partir del dialogo, de la confrontación entre estos dos factores, donde, en un punto intermedio (no necesariamente equidistante), podríamos encontrar la explicación a distintos actos como los que vimos en la prisión de Stanford.
Sin embargo, Zimbardo, marcado quizá por su papel en el experimento, entiende que esto no es suficiente y añade un factor que sin ser novedoso nos puede ayudar a entender y evitar estas conductas: la idea de los sistemas de poder.
Estos sistemas, estas superestructuras, representan todas aquellas personas, normas, situaciones creadas, que establecen, generan, promueven o permiten estos actos. En nuestro ejemplo de la prisión teníamos una situación que influía directamente en el comportamiento malvado de los guardias, pero sin las normas dictadas que lo permitían y promovían y sin la inacción y el permiso (implícito o explicito) de los responsables del experimento es muy posible que no se hubiera llegado a las situaciones de maldad que allí se vieron.
Estamos hablando en definitiva de todas aquellas personas o sistemas que sin ser directamente culpables, parte activa, ejecutora, de la maldad, si son responsables de la misma, por promover o permitir que sucedan.
Estos sistemas influirán nuestro comportamiento mediante una serie de mecanismos que analizamos en el podcast, algunos de los cuales hemos tratado de una forma más profunda en otros capítulos. Algunos de estos mecanismos serían:
- Conformidad (como proceso de influencia social)
- Obediencia a la autoridad
- Desindividuación (anonimato)
- Pensamiento grupal (si todos pensamos igual, igual nadie está pensando)
- Deshumanización (exclusión de otros seres humanos de la categoría de personas)
- Desconexión moral (con justificaciones autoexculpatorias)
- Maldad por inacción ( efecto espectador)
- Disonancia cognitiva
Frente a estos mecanismos de influencia Zimbardo propone una serie de actuaciones, de actitudes que podemos utilizar para evitar, en la medida de lo posible, encontrarnos en esta situación.
En el podcast analizamos cómo aumentar nuestra responsabilidad personal, buscar un equilibrio entre la aceptación social (que todos buscamos ) y la independencia, afirmar nuestra identidad personal, estar atentos a las formas o formulaciones de los mensajes y otra serie de actuaciones de diversa índole pueden ayudarnos a minimizar la influencia de estos sistemas que nos pueden obligar a actuar contra nuestras convicciones. Pero de entre todos los mecanismos de los que disponemos quisiera resaltar uno en este artículo.
Ser conscientes de que nosotros mismos podríamos actuar de una forma malvada en algunas circunstancias y abandonar la creencia de invulnerabilidad que en ocasiones nos gobierna es, seguramente, el primer y más importante paso que hemos de dar en el camino de dirigir nuestra conducta y evitar la influencia de sistemas perversos que podrían afectarnos.
Eduardo Pardo says
Para cuando el siguiente chicos… y chicas! Jeje felices próximas navidades!
Alfonso Caballero says
Hola Eduardo! en nada espero que tengamos el nuevo capitulo con el que acabaremos (se nos ha alargado más de lo que queríamos) la serie de podcast que hemos dedicado a la prisión en el que criticaremos el experimento desde distintos puntos de vista. Un saludo y feliz navidad a ti también! 🙂