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Si la psicología positiva estudia el funcionamiento óptimo del ser humano una de sus bases tiene que ser la felicidad del hombre. Saber qué es, cómo medirla, qué tipos hay y sobre todo cómo aumentarla es un punto cardinal en esta visión de la psicología.
¿De qué felicidad hablamos aquí?
Aquí trataremos la felicidad del día a día, la que hace que nos declaremos felices y contentos y que depende más de pequeñas cosas y detalles cotidianos que de grandes golpes del destino. Aquella en la que pensamos cuando nos preguntan ¿qué tal estás?. Lo que en psicología llamamos a menudo bienestar subjetivo.
¿La psicología se encarga de la felicidad?
Claro, como no puede ser de otra forma la psicología ha dedicado un gran esfuerzo al estudio de la felicidad a lo largo del tiempo, obteniéndose diversas conclusiones. Algunas de las cuales no nos resultaran ni mucho menos evidentes, y sin embargo, tienen su importancia.
Una de las conclusiones más reseñables es que el bienestar subjetivo fluctúa menos de lo esperado para cada persona, incluso en condiciones extraordinarias (por ejemplo, personas premiadas en la lotería vuelven en pocos meses a su bienestar habitual). Es decir, nos movemos alrededor de unos valores de felicidad propios y no parece que podamos incrementar este bienestar de forma infinita.
Otra interesante conclusión es que no toda nuestra felicidad está en nuestras manos, una parte nos viene dada como herencia. Aproximadamente el cincuenta por ciento (aunque estos porcentajes son algo mas inciertos). Del otro cincuenta por ciento podríamos decir que un diez por ciento correspondería a nuestras circunstancias y el resto a nuestra actividad intencional.
En cualquier caso no caigamos en el error de pensar que esto es poco, o que no tenemos influencia. Pensemos que esas fluctuaciones de felicidad, mayores o menores, están en muchas ocasiones en nuestras manos y que la mayor parte de las personas nos consideramos felices por regla general.
¿Cómo trata la felicidad la psicología positiva?
La psicología positiva, para intentar ordenar los distintos tipos de felicidad, propone tres categorías. Estas no pretenden ser exhaustivas ni excluyentes, pero nos pueden servir para diferenciar, sobre todo, lo que podemos hacer para mejorar nuestro bienestar. El modelo de las tres vías de Seligman (2003):
Vida placentera (pleasant life):
Este tipo de felicidad consistiría en experimentar el mayor número posible de emociones positivas en el presente, pasado y futuro, junto con el menor número posible de emociones negativas. Aquí entendemos placer en un sentido amplio. Incluimos aquellos placeres corporales que todos conocemos y que no debemos olvidar incluir en nuestro día a día ( la buena mesa, la diversión, el sexo…), así como todas aquellas actividades que de una u otra forma nos hacen sentir bienestar. Gran parte de las intervenciones que tratamos en este podcast están orientadas a incrementar esta felicidad.
Buena vida (good life)
Esta felicidad está relacionada con la puesta en práctica de las fortalezas personales, de las que hablamos en el artículo y podcast anterior. Aumentaremos esta felicidad haciendo aquello en lo que somos buenos y en lo que tenemos talento, allanando, por añadidura, el camino para conseguir un mayor numero de experiencias óptimas (experiencias de flujo en la conciencia, flow), de las que hablaremos largo y tendido en próximos podcast.
Vida con sentido (meaningful life):
Esta felicidad es la más duradera de las tres y consiste en encontrar nuestras creencias, convicciones y valores y poner nuestras fuerzas a su servicio. Proyectándonos en algo más grande que nosotros mismos, sintiéndonos parte de lo que llamamos instituciones positivas: familia, educación, democracia…
¿Qué hacemos con estos tipos de felicidad?
La clave de esta concepción de la felicidad es conseguir el equilibrio de las tres. Los estudios realizados parecen confirmar su sinergia. Desarrollándolas conjuntamente e introduciendolas en nuestro día a día conseguiremos sentirnos más felices que centrándonos en alguna de ellas.
En cualquier caso, aunque hoy hablemos específicamente de este concepto, prácticamente todos los artículos y podcast que conforman esta serie, dedicada a la psicología positiva, tienen como objetivo incrementar nuestra felicidad. Objetivo sin el cual no tendría sentido hablar de funcionamiento óptimo del hombre.



Hola!
Dejar de disculparos en todos los posts.. Lo hacéis genial!
Me gusta porque alfonso lo explica superbien.. pero jose hace las preguntas que muchos tenemos en la cabeza…
Con vosotros aprendo, me entretengo y me hacéis compañia..
Gracias!!
Belén
Muchas gracias Belen! me alegro de que te gusten pero sobre todo de que te hagan compañia 🙂
Un honor que pases tu tiempo con nosotros,
un abrazo!
Alfonso:
Felicitaciones por el trabajo que estás haciendo: consistente y atractivo.
Un abrazo y ánimo!
Muchísimas gracias Ignacio tanto por comentar como por los ánimos que nos mandas, significan mucho para nosotros.
Un abrazo y muchas gracias!
Seguís hablando muy deprisa los colaboradores, por favor hacer más me gustan mucho,enhorabuena.
Podríais hablar de la avidez emocional?? saludos
Hola Belén, pensábamos que poco a poco estábamos moderando nuestro ritmo,
igual no lo hemos conseguido del todo pero seguiremos intentándolo. No se muy bien a que te refieres con avidez emocional,
¿podrías concretarlo un poco?
Muchas gracias por escribirnos, un saludo.